Cuentos de Peregrino

Un lugar de encuentro con los sueños y las fantasías...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Nunca es tarde




¿Será porque no sabía escribir? ¿O porque era necesario que supiera la verdad para no enterarme por “otros”, ahora que estaba por comenzar la escuela primaria; tal como me lo plantearon al revelármelo…? No lo sé, pero ahora, mucho, mucho tiempo después me doy cuenta que nunca les escribí.
Y, me pregunto: ¿qué me impide hacerlo? Es más, si ahora tengo una “nube” que  puede hacer navegar el texto lo suficiente como para dar con ellos.
Sí, con esos tres que vienen todos los años y para quienes los chicos preparaban la recepción…
Sí, también lo sé: ¿porqué no pedírselo al “gordo” que viene antes? Será porque me resulta extraño, más cercano a otras culturas, me quedo con la costumbre que tenía más vigencia en mi niñez.
¿Y, qué les pediría…? Que me dejen seguir soñando: Con más reuniones familiares, con salud, con hijos y nietos creciendo… ¿qué más puedo pedir…?
¿Y ustedes…? ¿Qué pedirían…? Porque, quizá, si pedimos, si los convocamos… Quizá los rescatemos y vuelvan a estar entre nosotros… 
¿Se atreverían a pedir…? ¿O piensan que su condición de adultos se los impedirá…?


                                                                     Peregrino

sábado, 1 de noviembre de 2014

Cómodo


Amo esta ventana. Aquí lo tengo prácticamente todo. Además, el máximo compromiso que me pide es distinguir con un simple me gusta o, a lo sumo; compartir algunas situaciones.
Puedo repartir saludos y abrazos sin límites. Con afecto, claro, pero con la suficiente distancia a los perfumes o sensaciones que puedan involucrarme en situaciones más complejas.
Me permite reemplazar calidad por cantidad de amigos. Bueh, aún están aquellos que sostienen que son otra clase de amigos… Como si una palabra pudiera tener varías acepciones…
Está la palabra, escrita, por supuesto. Que no es lo mismo que la palabra empeñada. Lo que escribo lo puedo desdecir…
Me permite descubrir otras ventanas. Me atraen, me interesan. Intento establecer un vínculo, virtual, por supuesto...
Cómodo, estoy verdaderamente cómodo, sigo mirando; la ventana está permanentemente abierta…


                                                                     Peregrino

viernes, 26 de septiembre de 2014

Vecinos (Virtuales)



Toma la pava y vierte el agua artesanalmente,  primer mate, primer ventana. Él es un observador, percibe y vive su vecindad desde su mirador.
Se asoma cuidadosamente a Diana, teme verla, ella siempre aterroriza. No aparece en la ventana habitual, pero está en otra, próxima. Luce sangrante, como siempre.
Hace tiempo que no ve a Susana, tampoco está en su ventana habitual; por suerte, cada tanto, llama a su puerta y ella responde.  Espera volver a verla donde acostumbra, allí donde luce sus mejores cualidades.
Humberto se muestra más a menudo y brevemente, pero con apariciones agudas e ingeniosas.
A Leonardo se lo ve escribir, y lo hace profusamente, seguramente estará a punto de editar alguna novela.
Extraña a  Patricia. De todas maneras vuelve,  pretende que, algún día la volverá a encontrar…
Cada tanto descubre alguna nueva persiana, procura encontrar algo similar a lo hallado en las anteriores. Ceba su último mate y suspira. Pronto volverá a poner la pava otra vez…


                                                                  Peregrino

martes, 29 de julio de 2014

Pertenecer



Solo faltaba el tributo. Estaban convencidas que, una vez logrado, pasarían a integrar las huestes de su idolatrado.
Con esa premisa iniciaron la búsqueda del “candidato”. No fue difícil,  sábado por la noche, poca ropa, mucha pintura, música y alcohol y; en menos de media hora, en el auto rumbo al departamento.
Un baile sensual y unas pocas caricias eróticas fueron suficientes para amarrarlo a los barrotes del viejo camastro.
Aprovecharon la exacerbación de su virilidad para cortarla con facilidad y, así, concretar su primer entrega. Ahora gemía y lloraba tristemente. Ellas, impávidas, iban por más; por ganarse ese espacio en la nube que les permitiera adorar a su ídolo virtual.
Estaban dispuestas a hacerlo hasta el final, tal como exigía el rito. Paso a paso fueron cortando y desechando: primero los dedos; luego los miembros. Por suerte ya no se quejaba, ahora, inconsciente; se desangraba hacia la muerte.
En tanto ellas, enlodadas de rojo carmesí, comenzaban a percibir que el acto estaba dando sus frutos. Ya no estaban aquí,  ahora recorrían ese espacio virtual donde, algún día; en algún momento, se encontrarían con su “Slender Man” : el hombre hecho leyenda…

                        

                                                                                     Peregrino

sábado, 7 de junio de 2014

Lo Mejor de Paracuentos 2013

Continúa la presentación de nuestra creación. Hoy nos acercamos a quienes no pudieron venir hasta la Feria del Libro ¡Los esperamos!


martes, 27 de mayo de 2014

Claustrofobía




Una fatídica búsqueda de aventuras fue lo que los condujo a internarse en el oscuro túnel.
Se transmitieron coraje mutuamente e ingresaron fuertemente  aferrados de sus manos. El lazo no pudo durar mucho, pronto tuvieron que utilizarlas para quitarse esa pegajosa y horrible telaraña que se habían llevado por delante.
Tomás utilizó su celular para iluminarse precariamente y quitar esa baba asquerosa que ahora chorreaba desde la parte superior de la cueva.
No habían finalizado de limpiarse cuando una invasión de arácnidos, que se desplazaba velozmente por una de las paredes laterales, les rozó la piel.
La iluminación reflejaba un rojo escarlata que fluía entre una de las grietas. Apagó el celular, se volvieron a tomar con fuerza de sus manos; era preferible guiarse por los reflejos de la penumbra antes que tener una visión completa del lugar.
Esquivaron un reptil que venía desplazándose rápidamente hacia ellos al tiempo que un  aullido desgarrador los ensordecía temporariamente.
Una fuerte transpiración impedía ahora que el lazo continuara tan firmemente como antes. Solo deseaban llegar pronto hacía el final que ya comenzaba a vislumbrarse como un pequeño punto de luz. Antes tendrían que superar una zona de fuertes olores nauseabundos que los haría vomitar. Tomás soltó la mano de su pareja.
Ya en el exterior, Celia lo vio pálido y notó que no respiraba al tiempo que perdía el control de los esfínteres. Ella, estudiante de medicina, sabía muy bien de que se trataba. Lo acostó en el piso y comenzó a hacerle masajes de reanimación cardiopulmonar. Tomás había ocultado su claustrofobia en su afán de sostener su hombría. En tanto,  una multitud comenzaba a rodearlos: Habían pasado a ser el principal atractivo del parque de diversiones…

                                                            Peregrino



domingo, 25 de mayo de 2014

Desde la A hasta la J




A los cinco años se descubrieron primos eternos. Luego, los años transcurrirían como si letras del abecedario.  Bebieron de la misma copa y agotaron las mañanas  jugando concentrados con “El Cerebro Mágico” sin reparar que la magia estaba en ellos mismos…  Casi como hermanos,  se protegieron mutuamente.
Desde la adolescencia compartieron un ahijado.
En los años siguientes hubo distancia pero no alejamiento. Fue hermoso el reencuentro muchos años después  Gracias a un encuentro causal: Su mejor amiga era, ahora, su consuegra.
Hubo muchas charlas en visitas compartidas. Se redescubrían confirmando que había algo que los mantenía atados: su esencia.  
Iniciaron visitas reciprocas compartiendo días y noches en el centro de la naturaleza, al borde del volcán.
Justo cuando se encaminaban a la relación eterna, las redes sociales revelaron las inclinaciones que nunca se habían distraído en tratar: las políticas. Uno de los dos no aceptó la diversidad de ideas y opiniones que suponía la letra siguiente.  El alfabeto se interrumpió y la historia todavía aguarda otro final…

                                                                    Peregrino



domingo, 4 de mayo de 2014

Cosa de viejos


La dejó en el aeropuerto y sintió que la abandonaba. La “nena” se iba a pasear  a Brasil. “Su nena”, de tan solo 21 años,  partía por tres semanas.  Él, que había tratado de minimizar la carencia de una madre, era ahora más que nunca, un padre doblemente viudo…
Temeroso del silencio atroz que lo asaltaría al abrir la puerta de su casa se quedó inmovilizado, llave en mano, pensando que otra cosa podría hacer. El ladrido de Fiera lo sacudió, despertándolo de su letargo, haciéndole saber que había alguien que lo esperaba.
No podía conciliar el sueño cuando, de pronto, escuchó sonar su celular. Era un llamado de Denis, por lo menos era su número, no entendía… La voz distorsionada de un hombre terminó de aturdirlo:
-¡Escuchame Hijo de P… si queres volver a ver a tu hija con vida, no cortes la comunicación y seguí mis instrucciones…!
Enmudecido, sorprendido y con su corazón a punto de estallar trató de recuperar la calma…
-¡Juntá todo el dinero y las joyas que tengas, ponelas en un bolso y déjalo en la sala de preembarque al lado del puesto de diario, y no cortes la comunicación hasta que hayamos completado la operación, tenés una hora…!
De fondo, se escuchaba una vos femenina que pedía ayuda… En tanto comenzaba a juntar lo que tenía trataba de retomar el control sobre si mismo, procurando entender como podría haber sucedido esto. ¡ Si él la había dejado en la sala de preembarque… ¡ Pidió entonces que le pasaran con ella.
-¡Nada de conversaciones, no te distraigas y no te hagas el boludo, mirá que los minutos pasan rápido!
Fue en ese instante cuando recordó algo que podría serle útil. Aspiró profundamente y tomando coraje respondió:
-¡Ahora escúchame vos hijo de una gran perra, o le pedís a mi hija que te pase la contraseña de secuestro o no hay trato!!!!!
-¡Ahh ¿estás en piola…?! ¡Ahora voy y le corto un dedo…!!!!!!
-¡Si la tocas no hay trato!!! ¡Tengo unos cuantos billetes verdes para llevarte, solo le tenés que decir que te pase la contraseña…!!!
-¡Andate a cag…!!!!!!
La comunicación se cortó y con ella su respiración.  Jamás se perdonaría si algo le sucediera, ahora solo quedaba  esperar… 
Dos interminables horas después otra llamada ingresaba, la de un número desconocido, pero con una dulce voz femenina:
-¡Hola Pa! llegué bien, perdí el celular en el aeropuerto, voy a comprar otro aquí y te paso el número, ahora te estoy hablando desde una cabina
Respiró aliviado, más bien; respiró…
-¡Denis , que alegría! estaba muy preocupado…
-¡Ay Pá, siempre preocupándote por nada…, es un simple viaje, son unos pocos días…!
-Sí nena, tenes razón. Porfi, decime ¿por casualidad te acordas la palabra clave que usábamos, cuando de chica jugábamos al secuestro…?
-Sí “Nangaparbat” ¡¿Y… a que viene eso ahora…?!
-Nada nena, solo por precaución, cosas de viejo ¿viste…?


                                                                    Peregrino

jueves, 1 de mayo de 2014

Esa




Habíamos compartido duras jornadas de trabajo, con esos cierres de mes que no terminan nunca y amanecen junto a nuestro agotamiento.
Siempre fue fiel a sí misma, jamás ocultó sus aspiraciones. Tenía suficientes atractivos y habilidades para lograr lo que se proponía. Más de un metro setenta, morocha, de cabello largo y bellos ojos castaños que uno lograba descubrir si seguía la línea de sus prolongadas pestañas.
Esa, había conseguido su objetivo y era, ahora, mi jefa.  Había aprendido a soportar sus histerias, las de su ciclo y las otras. Lo que no podía seguir tolerando era que parecía disfrutar de su condición, pidiendo y exigiendo cada día más…
Estaba comenzando a evaluar un cambio de sector cuando llegó la invitación para la fiesta de fin de año y, con ella, su pedido para que la acompañara.  Me pasó a buscar, se veía deslumbrante detrás del brillo de sus ojos y de la vestimenta blanca ajustada a las curvas de su cuerpo.
No solo no impuso su jerarquía en el festejo, sino que, además;  fue la mejor de las compañeras. Bailamos hasta el amanecer, mejor dicho me hizo mover al compás de su excitante cadencia…
De regreso no pude negarme a aceptar su sugerente pedido para que bajara a tomar un café. Me mostró su amplio loft y puso la cafetera mientras se cambiaba para ponerse algo más cómodo…
Ahora veía su piel detrás de las transparencias que lucía, su insinuación era evidente y antes que sirviera el café ya estábamos arrancándonos la ropa.
Amanecimos agotados, pero esta vez, no por trabajar…  Esa, había hecho evidente su superioridad una vez más. Esta modalidad no me molestaba, es más; daría cualquier cosa para que se repitiera con la misma frecuencia que la laboral…



                                                                 Peregrino

lunes, 24 de marzo de 2014

Homo Economicus




Luego de años de gestión, había logrado posicionar a la línea aérea en un lugar de excelencia. Ahora, próximo a su retiro, se  había propuesto hacerlo con los mejores resultados.
Cerró la exposición ante la asamblea de accionistas con el anuncio de haber superado el objetivo de ganancia para el ejercicio. Esto implicaba un jugoso reparto de dividendos lo que, obviamente, originó un espontaneo y cerrado aplauso.  
Interiormente, él comenzaba a evaluar como aplicaría sus honorarios a la compra de acciones, convencido que lograría superar todas las expectativas.
Ambicioso y exigente, mucho más allá de cualquier límite, comenzó a solicitar informes para analizar alternativas que le permitieran cumplir con su objetivo. Sabía que sería complicado, el valor de las tarifas estaba limitado por el precio de la competencia; la incorporación de nuevas rutas resultaria antieconómico, debía ir más allá; explorando nuevas opciones.
Comenzó a aparecer, de pronto, una posibilidad; aquella que le podría dar la mejora en resultados que precisaba: La ocupación de las bodegas era de un sesenta a setenta por ciento, esto implicaba que estaban transportando una importante cantidad de “aire” y además, gratis…
Se centró en estudiar como consolidar cargas aprovechando cada milímetro de espacio. La solución no apareció de inmediato, se fue construyendo a través de una sucesión de hechos. El primero de ellos fue un lote de baterías de litio que no había podido ser despachado en un vuelo de transporte de carga. Claro, tenía la peculiaridad de ser peligroso, pero el transporte aéreo era tan seguro… La aerolínea era tan eficiente, la rentabilidad de completar la carga con este tipo de mercadería era tan alta…
Lo dudó, no mucho. Comprobó mes a mes, durante más de diez, que los resultados crecían y eran óptimos, ya imaginaba su nueva exposición y planeaba su retiro después de la jugosa retribución de este año…
De pronto, la noticia inesperada: Un vuelo, con doscientos treinta y nueve pasajeros había desaparecido.
Ordenó la búsqueda de inmediato. También solicitó los costos diarios de la misma y la evaluación de a cuánto ascendería la indemnización al pasaje si se confirmaba lo peor. Faltaba muy poco para el cierre de ejercicio, su último balance. Respiró aliviado cuando, al analizar la respuesta, pudo comprobar que el costo del rastrillaje no alcanzaría a malograr los resultados de este año… Podría haber sido un atentado, en cuyo caso, el costo debería pagarlo el aeropuerto y, en la peor situación, si tuvieran que indemnizar a las víctimas, ya no correspondería a un período de su gestión…
  

                                                                                                Peregrino

viernes, 7 de marzo de 2014

Atravesado



Por modos y formas de una madre que no dudó en arriesgar su vida para regalarme un hermano que no pudo ser…
Por una abuela que pedaleaba incansablemente su antigua máquina para coser los números en las camisetas del equipo. 
Por los cuentos de una Tía, sin los cuales, no era posible que me dispusiera a dormir…
Por la primita de sobre todo rojo que la vida me trae de regreso, de tanto en tanto, para comprobar que no hay espacios ni distancias…
Por la ilusión de una chiquilla, de tan solo cinco años y de la que solo recuerdo su sobrenombre: Vicky. Por quien fui capaz de tomar clases de danzas clásicas con tal de poder estar más cerca, o de hacer riesgosos malabares en el duraznero para demostrarle que podía ser como Tarzán…
Desde el aroma del perfume de la maestra de primer grado inferior, esencia que vuelve, aun hoy en día,  al enfrentar a las mujeres más dulces.
Insólitamente por alguien que me regaló, sorpresivamente, un tierno beso en aquella solitaria plaza de Villa Rumipal.
Por la valentía de la Profe que me dijo: “Vos no tenés nada que hacer acá estás perdiendo el tiempo, el año que viene te anoto en otra escuela…”  y así lo hizo…
Por el desafío de la Profe de Literatura a un curso completo de varones: Escribir una redacción  con el tema “Mi rosal dio una rosa” y su posterior decisión de pasearme por todo el colegio leyendo mi creación…
Desde la lealtad de una relación laboral, hasta la amistad de por vida.
En carne y alma por quien me atrapó desde lo bello de su figura y me trasladó hasta la magia de su interior.  Quien está en mí, conmigo, por y para siempre.
Por la magia de una bebé, ya hecha mujer, y su hija; nuestra nieta.
Seguramente muchas no estarán en este escrito, pero no tengan dudas de que si pasaron por mi vida, continuarán presentes en mí.
Ninguna de las mujeres que conocí merece el olvido. Mi pequeño homenaje a todas y cada una de ellas en su día.

                                                                    Peregrino



martes, 4 de marzo de 2014

Compartiendo




Otra vez el invierno se abatía cruelmente sobre ella, cada día era un desafío de subsistencia;  no conocía la rutina. Procuraba cartones para protegerse mejor durante la noche, no era fácil,  ahora que mucha más gente vivía de recolectarlos.  Sabía que los mejores refugios  eran las estaciones de subtes pero  no soportaba pensar que quedaría encerrada toda la noche.
Lo descubrió durante una mañana muy fría,  aquellas donde los huesos te hacen saber hasta donde llega la temperatura.  Estaba acurrucado entre dos perros, se cruzaron las miradas e inmediatamente se entrelazaron en un dialogo sin palabras, fue suficiente para entablar una relación de aventuras.  Desgarbado, procuraba achicar los dedos de sus pies para que no escapen por los agujeros del calzado. De todas maneras, a los ojos de Ramona, su compañero lucia como un príncipe…
En sus códigos,  las presentaciones se  resumían a conocer sus nombres. Así supo que se llamaba Martín. Cuando fue su turno, un súbito impulso femenino la llevó a hacerse llamar Laura.  Se unieron en su primer necesidad: Procurar alimento, sobre todo algo caliente. 
Miraban a través de los vidrios a aquellos parroquianos sentados en las mesas de los bares disfrutando de desayunos fuera de su alcance.  Contaron sus monedas y concluyeron que, con lo que tenían,  podrían compartir un café con leche y una media luna. 
Ingresaron al bar y eligieron la mesa del rincón, aquella que les evitaran esas miradas que los escrutaban como si fueran seres de otra especie.
Pendientes de sillas desproporcionadas, los piececillos de ambos bailaban al compás de su enorme alegría.
La taza iba y venía cuidando copiar  la prolongación del sorbo de su compañero. Disfrutaron de la bebida, pero la medialuna seguía allí, a la espera que uno de ellos se atreviera a repartirla.  Ramona (Laura), le ofrecía a su compañero que lo hiciera y este, gentilmente, le devolvía el pedido.
Cuando Martín optó por tomarla, ella se convenció que el hambre  había podido más,  en tanto; le clavaba la mirada siguiendo el desplazamiento de las manos sobre la factura para controlar que el corte fuera justo.
Contuvo el grito de queja, porque veía con dolor que las manos de su compañero no hacían un corte equitativo;  en el preciso instante que recibía, generosamente, el trozo más grande… Devolvió el gesto y, así, el juego del reparto se prolongó, casi infinitamente, hasta la última miguita.
Sin saberlo,  habían comenzado a descubrir que compartir era mucho más que repartir…


                                              Peregrino

viernes, 24 de enero de 2014

Paradigmas


Caso I:
Solo relájense y viajemos juntos. Volvemos de San Vicente, luego de un hermoso día de campo.  El viejo camino de “Las latas” es un buen atajo para reducir el trayecto. Tiene un corto trecho que cruza un poblado de casas bajas, se hace necesario aminorar la marcha.
A la distancia; muy lejos, se ve algo sobre el asfalto. La silueta comienza a tomar forma y se distingue un cuerpo. Comienzan las elucubraciones:
-Está loco
-O drogado
-Cuidado, puede ser una trampa…
El cuerpo se mueve, dentro del auto comienza a reinar la incertidumbre. Se incorpora, ahora se ve perfectamente. Vuelve a tirarse,  se para nuevamente y nos muestra a su cachorro seguramente impactado por otro vehículo.  Se vuelve a tirar, abrazándolo.  Lo esquivo, lloramos todos…



Caso II:
Otra vez en al auto, de regreso de un hermoso almuerzo. Circulamos por la Avenida Pte. Perón, aparece una estación de servicio sobre la derecha, buena oportunidad para recargar combustible.
Por la vereda de la calle que baja a la avenida pasa un ciego con un bastón blanco que tiene una ruedita en el extremo.  Llama la atención, lo de la ruedita, digo.
Completo la carga, pago y salgo de la estación girando a la izquierda para retomar  la calle que me lleva nuevamente al camino, me detiene el semáforo en rojo. De pronto un chiquillo descalzo corre sobre el asfalto desafiando los cincuenta grados y la luz verde.
-¡Está loco!
-¡No tienen conciencia, desafían la vida!
El semáforo cambia, nos da paso. Veo pasar al chiquilín llevando de la mano al no vidente para facilitarle el cruce de la avenida…


                                                                        Peregrino
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