Cuentos de Peregrino

Un lugar de encuentro con los sueños y las fantasías...

martes, 27 de mayo de 2014

Claustrofobía




Una fatídica búsqueda de aventuras fue lo que los condujo a internarse en el oscuro túnel.
Se transmitieron coraje mutuamente e ingresaron fuertemente  aferrados de sus manos. El lazo no pudo durar mucho, pronto tuvieron que utilizarlas para quitarse esa pegajosa y horrible telaraña que se habían llevado por delante.
Tomás utilizó su celular para iluminarse precariamente y quitar esa baba asquerosa que ahora chorreaba desde la parte superior de la cueva.
No habían finalizado de limpiarse cuando una invasión de arácnidos, que se desplazaba velozmente por una de las paredes laterales, les rozó la piel.
La iluminación reflejaba un rojo escarlata que fluía entre una de las grietas. Apagó el celular, se volvieron a tomar con fuerza de sus manos; era preferible guiarse por los reflejos de la penumbra antes que tener una visión completa del lugar.
Esquivaron un reptil que venía desplazándose rápidamente hacia ellos al tiempo que un  aullido desgarrador los ensordecía temporariamente.
Una fuerte transpiración impedía ahora que el lazo continuara tan firmemente como antes. Solo deseaban llegar pronto hacía el final que ya comenzaba a vislumbrarse como un pequeño punto de luz. Antes tendrían que superar una zona de fuertes olores nauseabundos que los haría vomitar. Tomás soltó la mano de su pareja.
Ya en el exterior, Celia lo vio pálido y notó que no respiraba al tiempo que perdía el control de los esfínteres. Ella, estudiante de medicina, sabía muy bien de que se trataba. Lo acostó en el piso y comenzó a hacerle masajes de reanimación cardiopulmonar. Tomás había ocultado su claustrofobia en su afán de sostener su hombría. En tanto,  una multitud comenzaba a rodearlos: Habían pasado a ser el principal atractivo del parque de diversiones…

                                                            Peregrino



domingo, 25 de mayo de 2014

Desde la A hasta la J




A los cinco años se descubrieron primos eternos. Luego, los años transcurrirían como si letras del abecedario.  Bebieron de la misma copa y agotaron las mañanas  jugando concentrados con “El Cerebro Mágico” sin reparar que la magia estaba en ellos mismos…  Casi como hermanos,  se protegieron mutuamente.
Desde la adolescencia compartieron un ahijado.
En los años siguientes hubo distancia pero no alejamiento. Fue hermoso el reencuentro muchos años después  Gracias a un encuentro causal: Su mejor amiga era, ahora, su consuegra.
Hubo muchas charlas en visitas compartidas. Se redescubrían confirmando que había algo que los mantenía atados: su esencia.  
Iniciaron visitas reciprocas compartiendo días y noches en el centro de la naturaleza, al borde del volcán.
Justo cuando se encaminaban a la relación eterna, las redes sociales revelaron las inclinaciones que nunca se habían distraído en tratar: las políticas. Uno de los dos no aceptó la diversidad de ideas y opiniones que suponía la letra siguiente.  El alfabeto se interrumpió y la historia todavía aguarda otro final…

                                                                    Peregrino



domingo, 4 de mayo de 2014

Cosa de viejos


La dejó en el aeropuerto y sintió que la abandonaba. La “nena” se iba a pasear  a Brasil. “Su nena”, de tan solo 21 años,  partía por tres semanas.  Él, que había tratado de minimizar la carencia de una madre, era ahora más que nunca, un padre doblemente viudo…
Temeroso del silencio atroz que lo asaltaría al abrir la puerta de su casa se quedó inmovilizado, llave en mano, pensando que otra cosa podría hacer. El ladrido de Fiera lo sacudió, despertándolo de su letargo, haciéndole saber que había alguien que lo esperaba.
No podía conciliar el sueño cuando, de pronto, escuchó sonar su celular. Era un llamado de Denis, por lo menos era su número, no entendía… La voz distorsionada de un hombre terminó de aturdirlo:
-¡Escuchame Hijo de P… si queres volver a ver a tu hija con vida, no cortes la comunicación y seguí mis instrucciones…!
Enmudecido, sorprendido y con su corazón a punto de estallar trató de recuperar la calma…
-¡Juntá todo el dinero y las joyas que tengas, ponelas en un bolso y déjalo en la sala de preembarque al lado del puesto de diario, y no cortes la comunicación hasta que hayamos completado la operación, tenés una hora…!
De fondo, se escuchaba una vos femenina que pedía ayuda… En tanto comenzaba a juntar lo que tenía trataba de retomar el control sobre si mismo, procurando entender como podría haber sucedido esto. ¡ Si él la había dejado en la sala de preembarque… ¡ Pidió entonces que le pasaran con ella.
-¡Nada de conversaciones, no te distraigas y no te hagas el boludo, mirá que los minutos pasan rápido!
Fue en ese instante cuando recordó algo que podría serle útil. Aspiró profundamente y tomando coraje respondió:
-¡Ahora escúchame vos hijo de una gran perra, o le pedís a mi hija que te pase la contraseña de secuestro o no hay trato!!!!!
-¡Ahh ¿estás en piola…?! ¡Ahora voy y le corto un dedo…!!!!!!
-¡Si la tocas no hay trato!!! ¡Tengo unos cuantos billetes verdes para llevarte, solo le tenés que decir que te pase la contraseña…!!!
-¡Andate a cag…!!!!!!
La comunicación se cortó y con ella su respiración.  Jamás se perdonaría si algo le sucediera, ahora solo quedaba  esperar… 
Dos interminables horas después otra llamada ingresaba, la de un número desconocido, pero con una dulce voz femenina:
-¡Hola Pa! llegué bien, perdí el celular en el aeropuerto, voy a comprar otro aquí y te paso el número, ahora te estoy hablando desde una cabina
Respiró aliviado, más bien; respiró…
-¡Denis , que alegría! estaba muy preocupado…
-¡Ay Pá, siempre preocupándote por nada…, es un simple viaje, son unos pocos días…!
-Sí nena, tenes razón. Porfi, decime ¿por casualidad te acordas la palabra clave que usábamos, cuando de chica jugábamos al secuestro…?
-Sí “Nangaparbat” ¡¿Y… a que viene eso ahora…?!
-Nada nena, solo por precaución, cosas de viejo ¿viste…?


                                                                    Peregrino

jueves, 1 de mayo de 2014

Esa




Habíamos compartido duras jornadas de trabajo, con esos cierres de mes que no terminan nunca y amanecen junto a nuestro agotamiento.
Siempre fue fiel a sí misma, jamás ocultó sus aspiraciones. Tenía suficientes atractivos y habilidades para lograr lo que se proponía. Más de un metro setenta, morocha, de cabello largo y bellos ojos castaños que uno lograba descubrir si seguía la línea de sus prolongadas pestañas.
Esa, había conseguido su objetivo y era, ahora, mi jefa.  Había aprendido a soportar sus histerias, las de su ciclo y las otras. Lo que no podía seguir tolerando era que parecía disfrutar de su condición, pidiendo y exigiendo cada día más…
Estaba comenzando a evaluar un cambio de sector cuando llegó la invitación para la fiesta de fin de año y, con ella, su pedido para que la acompañara.  Me pasó a buscar, se veía deslumbrante detrás del brillo de sus ojos y de la vestimenta blanca ajustada a las curvas de su cuerpo.
No solo no impuso su jerarquía en el festejo, sino que, además;  fue la mejor de las compañeras. Bailamos hasta el amanecer, mejor dicho me hizo mover al compás de su excitante cadencia…
De regreso no pude negarme a aceptar su sugerente pedido para que bajara a tomar un café. Me mostró su amplio loft y puso la cafetera mientras se cambiaba para ponerse algo más cómodo…
Ahora veía su piel detrás de las transparencias que lucía, su insinuación era evidente y antes que sirviera el café ya estábamos arrancándonos la ropa.
Amanecimos agotados, pero esta vez, no por trabajar…  Esa, había hecho evidente su superioridad una vez más. Esta modalidad no me molestaba, es más; daría cualquier cosa para que se repitiera con la misma frecuencia que la laboral…



                                                                 Peregrino
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