Fue aclamado por unanimidad:
-Este año te toca a vos
La idea no lo disgustó. Llegó tranquilo hasta el momento
preciso. A partir de allí comenzaron a
asaltarlo las dudas, era la primera vez y toda primera vez tiene esa cuota de
incertidumbre…
Ajustó sus pesadas ropas en la
calurosa noche de verano, trepó las escaleras y, asomándose temerosamente,
comenzó a sentir un leve temblor en sus piernas…
La altura no lo asustaba, lo que
temía era lo que había allí abajo: Un montón de rostros inocentes a la espera
de una noche mágica. Precisamente eso
fue lo que disparó su ángel interior, su niño dormido. Fue allí donde, con un
preciso y certero “JO, JO, JO…” , comenzó el más acertado y preciso rol del
portador de ilusiones…
Peregrino