Cuentos de Peregrino

Un lugar de encuentro con los sueños y las fantasías...

sábado, 17 de agosto de 2013

Gema




Los frutos de los árboles de Tesoro eran muy particulares: daban diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros azules, entre otros.  Producían todo el año y, periódicamente, los habitantes de este principado  los canjeaban con los de pueblos vecinos por todos los objetos que precisaban.  Por ello, no necesitaban trabajar; solo se dedicaban a regar y abonar sus plantas.  También había generado que tuvieran todo el tiempo para el ocio, que se aburrieran y que la pereza pronto viniera acompañada de la tristeza…
Hacia muy poco que Gema conducía los destinos de Tesoro, aún así; y siendo tan joven, sentía que debía cambiar esta situación.  Estaba convencida que la comodidad y la riqueza que los rodeaban no eran suficientes para una existencia plena.
Recordaba haber soñado el rostro de una persona que dibujaba un raro gesto: levantaba los extremos de sus labios produciendo una comisura, una pequeña hendidura cercana a los extremos.  El placer que le produjo ver tal imagen, desconocida para ella y para los habitantes de su principado, la habían tentado a imitarla.  Procuraba copiar  lo que había visto, percibiendo que cuando lo lograra, habría alcanzado la llave del cambio que quería impulsar.
Luego de fracasar en sus intentos recordó que, siendo niña, vio el gesto en  uno de los habitantes de un pueblo vecino que venía a canjear sus productos.  Se dirigió entonces al mercado y comenzó a hurgar en el rostro de todos los visitantes.  Miró y volvió a mirar sin éxito.  Decidió, entonces, llegarse hasta Zota, un pueblo vecino donde vivía Braulia, una brujita con mucha fama por los alrededores.
Preparó su sequito, eligió los mejores frutos de sus propios árboles y los cortó para ofrendárselos a La Doña, como le decían por sus lares… 
Cuando Gema le relató a la Brujita lo que estaba buscando ella le respondió con el mejor de los gestos, uno de esos que estaba procurando, le dijo que le decían sonrisa y que había algo superior que se llamaba risa.  En vano Gema intentó imitarla.  Fue entonces cuando Braulia le enseñó una técnica infalible: Posó sus dedos sobre los costados de su cuello y comenzó a rascar suavemente sobre la superficie, hizo lo mismo con los laterales de su estomago y la Princesa estalló en la mejor de las carcajadas.
Esta técnica mágica aplicada en los habitantes de Tesoro provocó el cambio que Gema buscaba. Y no solo eso, misteriosamente y, vaya uno a saber porque o por quien… Los árboles dejaron de producir piedras preciosas para dar los mejores y más naturales frutos. 
Podrá parecer extraño, pero los habitantes de Tesoro, atrapados por el placer de la risa que les provocaba las cosquillas que se hacían en sus momentos de descanso no añoraron el cambio…


                                                     Peregrino

11 comentarios:

  1. Para todos aquellos que guarden gratos recuerdos de las cosquillas provocadas por seres queridos y para que se convierta en disparador de cosquilleros...

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  2. Tus cuentas me dejan como cuando era niña
    gracias por compartirlos

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  3. Gracias a vos por pasar y por tu comentario, creo que siempre es bueno volver de alguna u otra manera, me alegra que en esta oportunidad el disparador haya sido mi relato. Abrazo

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  4. La magia de la risa que no solo cura el alma, también enfermedades del cuerpo.Todos deberíamos volver un poquito a practicar la risa. Muy buen mensaje y muuy tierno el cuento

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    Respuestas
    1. La magia de la risa, la realización a través del esfuerzo propio... ¡Gracias "Anónima..."!!

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  5. Qué lindo cuento escribiste y me encantó leerlo en este día! No quiero caer en eso de que "tiempo pasado fue mejor" pero creo que nuestra infancia estuvo plagada de cosquillas y sonrisas, producto de juegos simples y amor familiar. Nada vale la pena, excepto una buena sonrisa en un chico. Me encantó, profe!!! Abrazo y besos para toda la escudería!!! Y para Valen... Besazosssss!!!

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  6. ¡Gracias Bee!!!! Coincido contigo y creo que, por ser más simple, nuestra infancia fue mejor. Gracias por los saludos, le llevo el beso a Valen y¿sabes que le regalamos? un títere para su teatro y yo le fabrique un aro para hacer burbujas y me entretuve jugando con él...Abrazo

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  7. que hermoso cuento!!!!!!!!!!!!
    abrazos Peregrino!!!!!!!!!

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