Por
modos y formas de una madre que no dudó en arriesgar su vida para regalarme un
hermano que no pudo ser…
Por
una abuela que pedaleaba incansablemente su antigua máquina para coser los
números en las camisetas del equipo.
Por
los cuentos de una Tía, sin los cuales, no era posible que me dispusiera a
dormir…
Por
la primita de sobre todo rojo que la vida me trae de regreso, de tanto en
tanto, para comprobar que no hay espacios ni distancias…
Por
la ilusión de una chiquilla, de tan solo cinco años y de la que solo recuerdo
su sobrenombre: Vicky. Por quien fui capaz de tomar clases de danzas clásicas
con tal de poder estar más cerca, o de hacer riesgosos malabares en el
duraznero para demostrarle que podía ser como Tarzán…
Desde
el aroma del perfume de la maestra de primer grado inferior, esencia que
vuelve, aun hoy en día, al enfrentar a
las mujeres más dulces.
Insólitamente
por alguien que me regaló, sorpresivamente, un tierno beso en aquella solitaria
plaza de Villa Rumipal.
Por
la valentía de la Profe que me dijo: “Vos no tenés nada que hacer acá estás
perdiendo el tiempo, el año que viene te anoto en otra escuela…” y así lo hizo…
Por
el desafío de la Profe de Literatura a un curso completo de varones: Escribir
una redacción con el tema “Mi rosal dio
una rosa” y su posterior decisión de pasearme por todo el colegio leyendo mi
creación…
Desde
la lealtad de una relación laboral, hasta la amistad de por vida.
En
carne y alma por quien me atrapó desde lo bello de su figura y me trasladó
hasta la magia de su interior. Quien
está en mí, conmigo, por y para siempre.
Por
la magia de una bebé, ya hecha mujer, y su hija; nuestra nieta.
Seguramente
muchas no estarán en este escrito, pero no tengan dudas
de que si pasaron por mi vida, continuarán presentes en mí.
Ninguna
de las mujeres que conocí merece el olvido. Mi pequeño homenaje a todas y cada una de ellas
en su día.
Peregrino
¡ Graciasss, Osvaldo!!! Fuerte abrazo
ResponderEliminarCaro Fernández
Gracias a vos por pasar Caro y ¡Feliz día y que recibas muchos presentes!!!!!
EliminarMuy bueno!!!
ResponderEliminar¡Gracias Leo, gracias por pasar!!!
EliminarQué hermoso texto! Gracias, Peregrino. Me ha encantado leerte.
ResponderEliminar¡Gracias Julie, un abrazo!!!
EliminarAplaudiendo, como mujer, como lectora, como ser humano. Porque, Osvaldo, el sentimiento de agradecimiento reporta mucho bienestar, nos hace sentir en armonía con nosotros mismos y con el entorno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sete
Gracias Setefilla, tal como decís, me reconfortó mucho hacer este reconocimiento. Un abrazo.
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