Encorsetada en
su ambo gris o negro y, desde detrás de esos falsos lentes que reforzaban su
personalidad pacata, se esforzaba por cumplir con su rol de “secretaria
ejecutiva”.
Un ingreso por
demás atractivo y la confortable posición social eran las condiciones que la mantenían sujeta a ese
perfil que cada día la asfixiaba más.
Fue mediante
una publicación y, posteriormente, una vinculación virtual, de esas que lo
resuelven todo; que comenzó a encontrar el escape que precisaba. Esa bocanada
de aire fresco que le permitiera retomar cada semana con la esperanza de que,
hacia el final, podría romper toda la monotonía.
Así, cada sábado
o domingo se enfundaba nuevamente en un traje negro, pero esta vez de un
ajustado lycra. Reemplazaba sus gruesos
lentes por el antifaz y pasaba a ser la mujer fatal. La “Gatubela” que siempre
había admirado.
El Cosplay no
solo la había liberado, le había permitido identificarse con un personaje que
sentía como propio al punto de llevarla a dudar de en cuál de los roles vestía
un disfraz…
El disfraz nunca miente... Un buen relato! Mi felicitación.
ResponderEliminarGracias por pasar Julie. Un abrazo!
ResponderEliminarescribes muy bien pero cuando comentas no sabes interpretarlo
ResponderEliminarNo entiendo. Me gustaria que me des un poco mas de informamcion para analizarlo debidamente. Gracias por pasar y comentar
ResponderEliminarMuchacho
ResponderEliminarHay tanto arte en tus letras...
el arte de tu vida lo ponés siempre en ellas
brindo por vos y todos tus proyectos
¡Hay MuCha! ¡Que bello comentario, como me gustaría saber comentar como vos! Además me encantó lo de "Muchacho" Un abrazo
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